Poquita fe. Temporada 2: ingenio, cercania y carcajadas..

octubre 02, 2025

"Los personajes los escribimos a su altura, no miramos por encima de ellos. Los podemos "humillar", pero a la vez los entendemos cuando se sienten machacados. No les abandonamos"

"La magia del chiste está en saber cuándo hacerlo fugaz y cuando alargarlo para crear una secuencia que funcione precisamente por esa acumulación"

(Pepón Montero y Juan Maidagán, guionistas y directores)

Ya se les echaba de menos. Casi dos años esperando la segunda temporada y con el temor de que no alcanzara el nivel de la primera. Pero ha superado todas las expectativas y si se le puede poner algún pero es que se hace corta.

Vuelven José Ramón y Berta para contarnos que se quedan sin casa y no tienen más remedio que buscarse la vida. Y mientras esperan que quede libre el piso de un amigo que está pendiente de que su madre se muera para alquilarlo, tienen que irse a vivir con los padres de ella, con la madre de él o con amigos. Se crean situaciones muy cómicas con los problemas de convivencia que tienen que afrontar todos. Como en la temporada anterior se van mezclando las secuencias con los comentarios de los personajes a la cámara, como si se les estuviera entrevistando.

Esta vez los guionistas se atreven a ir más allá del costumbrismo para retratar problemas actuales como la crisis de pareja provocada en parte por la precariedad laboral y el problema de la vivienda.

Raúl Cimas y Esperanza Pedreño son únicos interpretando a la pareja protagonista, unos perdedores de apariencia triste que, en el fondo, representan a muchos españoles. Y esta vez se les da más cancha a unos secundarios de lujo, incluyendo algún que otro cameo de gente conocida. Todos ellos capaces de provocar carcajadas a voluntad pero tan tiernos y cercanos, con sus virtudes y sus defectos que resulta muy fácil encariñarse con ellos.

Es una serie inconformista, original, con personalidad propia y que va más allá de lo chabacano. No cae en lugares comunes y sorprende por su sencillez y a la vez por su humor absurdo. Bravo por los guionistas y directores Montero y Maidagán. Han sido capaces de crear una comedia para que podamos reirnos de nosotros mismos y de nuestras neuras. Creo que a José Luís Cuerda le hubiera encantado. Ojalá las temporadas fueran más largas y que haya una tercera que no se demore tanto.

Advertencia: No apta para aquellos que no sean fans del humor costumbrista que raya en el absurdo.