Hazañas olimpicas: "Carros de fuego" y "42 segundos"

"Cerrando los ojos podemos recordar a aquellos hombres jóvenes con esperanza en sus corazones y alas en los pies" (Lord Andrew Lindsay) 




Reino Unido 1981

Titulo original: Chariots of fire. 

123 minutos. 

Direccion: Hugh Hudson. 

Reparto: Ben Cross, Ian Charleston, Nigel Havers, Cheryl Campbell, Alice Krige, Ian Holm, John Gielgud, Lindsay Anderson.

Guion: Colin Well and. 

Musica: Vangelis. 

Fotografia:  David Watkins. 

Disponible en Disney +



El cine clásico es como un viejo amigo que nunca decepciona. Cada vez me refugio más en él cuando tengo ocasión aunque desgraciadamente las cadenas rara vez programan películas de ese tipo. En estos días he leído que un programa de cine clásico ha sido suprimido por negarse la cadena de televisión a emitir películas en blanco y negro argumentando que la audiencia es baja. Yo creo que por el contrario habría que fomentarlo porque los amantes del buen cine disfrutarían rememorando muchas joyas artísticas olvidadas. Por suerte, con motivo de la celebración de los Juegos Olimpicos y Paralimpicos del 2024, se ha podido revisar esta película de 1981 ganadora de cuatro premios Óscar, uno de ellos a la mejor película. Difícil olvidar esa introducción con la música de Vangelis y los corredores en la playa. Creo que las imágenes y la música quedaron grabadas en los espectadores de entonces y aún hoy siguen emocionando. 



La película se remonta a los años 20 cuando un grupo de atletas británicos liderados por el inglés de origen judío Harold Abrahams y el escocés Eric Liddell son elegidos para representar al Reino Unido en los Juegos Olímpicos de París que tuvieron lugar en 1924. Los dos tendrán que superar difíciles obstáculos internos y externos. Abrahams luchará por lidiar con el racismo de la época en su condición de judío y Liddell con la insistencia de la congregación misionera a la que pertenece que querría enviarlo a China sin "perder el tiempo" con el atletismo. Al final consigue convencerlos: "Creo que Dios me creó con un propósito pero también me hizo rápido. Y cuando corro, me siento en paz con él". 

Él film recrea en una primera parte la vida de estos dos atletas desde el 1919. Harold ingresa en la elitista universidad de Cambridge y Liddell se muestra en su entorno religioso como predicador y ejemplo para su comunidad escocesa. Ian Charlesson (el malogrado actor que murió a los 40 años) y Ben Cross dieron vida a Eric Liddell y Harold Abrahams. Notables interpretaciones que dotaron a sus personajes de una fuerte personalidad.  La segunda mitad de la película entra de lleno en  la inauguracion de los Juegos y el desarrollo de las competiciones, no olvidando las tramas y politiqueos en el seno del Comité británico. Magnífica historia con la que su guionista obtuvo un Oscar. Merecidisimo también el Oscar al "Mejor diseño de vestuario"  porque la ambientacion está muy conseguida, se respiran los años 20 en sus calles, vehículos, vestuario... Memorable es la filmación de las carreras a cámara lenta por la que se puede apreciar la peculiar forma de correr de los atletas ( Liddell parecía que estaba poseído) Y como broche final la inolvidable banda sonora de Vangelis cuyo tema principal suena en la introducción y en los créditos finales y que todavía hoy pone la piel de gallina. Otro Oscar que ha hecho historia. 

Los dos atletas tenían el deseo común de triunfar limpiamente a base de sacrificio y voluntad de perfección física y moral. Son valores universales que deberían estar presentes en el mundo deportivo. De hecho muchos educadores han utilizado la película para inculcar en sus alumnos las ideas que transmite y seguro que tambien ha servido de inspiración a deportistas y entrenadores. Si el magnifico guión, la fotografía, la ambientacion, el vestuario y la banda sonora han conseguido que el film sea considerado un clásico hay que aplaudir las palabras de Italo Calvino que decia  "Lo clásico es aquello que persiste como ruido de fondo incluso allí donde la actualidad más incomprensible se impone".



Sangre, sudor, lágrimas... y gloria


España 2022
106 minutos. 
Directores: Alex Murrull y Dani de la Orden. 
Reparto:  Álvaro Cervantes, Jaime Lorente, Tarik Filipovic
Cristian Valencia, Germán Alcarazu, Alex Muruni, Arthur Busquets, Pep Ambrós. 
Guion: Carlos Franco. 
Musica: Oscar Araujo. 
Fotografia: Pau Castejón. 

Disponible en Amazon Prime y en RTVE PLAY


Es difícil encontrar una película española que trate el tema de las Olimpiadas. Por fortuna Alex Murrull y Dani de la Orden  dedidieron llevar al cine la gesta que el equipo de waterpolo español llevó a cabo en los Juegos Olimpicos de Barcelona en el 1992. Contaban con situaciones dramáticas muy potentes y complejas ya que Manuel Estiarte, su capitán, arrastraba una tragedia familiar y Pedro García Aguado, uno de los mejores jugadores era adicto al alcohol y la cocaina. Tampoco favorecía mucho el choque entre los jugadores madrileños que procedian de los barrios de Madrid y los catalanes, más fríos e indolentes. Si a esto se le suma la personalidad del entrenador croata Dragan Matutinovich, con su disciplina militar que consiguió llevarlos a la final, el guión estába servido. 

La primera parte se centra en dar a conocer los traumas de los dos protagonistas y el entrenamiento espartano al que fueron sometidos por parte del preparador y es la más previsible porque sigue el esquema de otras películas deportivas. Aquí es de justicia destacar la interpretación de Álvaro Cervantes y Jaime Lorente, mejor para mí el primero que el segundo.  La chulería del actor que interpreta a Pedro García está un poco sobreactuada, mejor en las secuencias en las que tiene que demostrar rabia y coraje. También impecable la actuación del bosnio Tarik Filipovic en su papel de entrenador frio y duro.  El guión no aporta nada nuevo en esta parte de la trama porque sigue el esquema clásico aceptando y respetando las reglas del género deportivo que se ha venido haciendo hasta ahora. La segunda parte, con su despliegue de emoción y suspense de la final olímpica, me parece más interesante. Debió ser dificil rodar las escenas acuáticas que recrean un partido de waterpolo y que son espectaculares ya que consiguen generar la tensión imprescindible para seguir pegados a la pantalla sin poder apartar la mirada del balón. 

Como valores deportivos a destacar, la película deja claro que el descubrimiento que hace el equipo de la necesidad de contar con los otros, con sus miserias y debilidades, es la clave imprescindible para conseguir el triunfo.

"42 segundos"es una muy digna pelicula española, hecha con cariño y profesionalidad y, aunque apueste por el cine comercial, por vez primera recrea el trabajo titánico de un equipo olímpico español. Creo que sobradamente  cumple las espectativas de los espectadores que disfrutan con las gestas deportivas y humanas. 





Comentarios

Entradas populares de este blog

Sintiéndolo mucho

El coraje de vivir

El 47: la lucha por la dignidad de un barrio.